El término de Marketing de Guerrilla fue utilizado por primera vez en 1984 por Jay Conrad Levinson en su libro Guerrilla Marketing: Secrets for Making Big Profits from Your Small Business.
Como Marketing de Guerrilla se denomina al conjunto de estratégias y herramientas de marketing llevadas a cabo por medios no convencionales usando el ingenio y la creatividad, en lugar de emplear espacios publicitarios tradicionales, lo que permite llegar al público objetivo de forma distinta a la habitual. El efecto se basa en la psicología humana, y no en las características técnicas del producto o servició en sí.
En un primer momento en el Marketing de Guerrilla se usaron graffitis y plantillas, para ir paulatinamente usando otros formatos como e-mails, carteles, páginas webs, actores, flashmobs y lipdubs; buscando normalmente la combinación y complementariedad entre ellos.
Dentro de lo que se conoce como Marketing de Guerrilla, se pueden emplear diversas técnicas:
- Ambient media: Empleo de elementos cotidianos a los que se añade el mensaje relacionado con el producto. Es muy visual, y obtiene un gran impacto.
- Ambush marketing: Hacer publicidad de forma indirecta. Por ejemplo en un evento que no se patrocina y por tanto la marca no tiene derechos publicitarios en él.
- Buzz: microsites que se pueden incluir fácilmente en blogs.
- Marketing viral: Realizar una acción (como un video o una web) que se pueda difundir por Internet, permitiendo que se expanda al ser compartido por los propios consumidores.
Como característica principal es el uso de la creatividad, empleado y transformando todo elemento del entorno cotidiano para obtener una experiencia que sorprenda, impacte y sea recordada.
En comparación con el Marketing Tradicional, el Marketing de Guerrilla usa herramientas mucho menos costosas y obtiene un contacto mucho más directo con el consumidor. De igual forma que el Marketing Tradicional su impacto se puede medir en la evolución en las ventas y las referencias de clientes a estas acciones concretas.